En mi mundo de fantasía te esperaré.

Bajo el sol naciente abrió sus ojos, entre una orgía de fantásticos colores que pintaban aquél maravilloso mundo. Sonidos de vida a su alrededor que creaban una hermosa melodía... La melodía de la naturaleza que entonaban los espíritus del bosque a través del viento, de las hojas; cuidando de él... Amándolo. Protegiendo cada insecto que subía por el tronco de sus árboles, cada flor que invadía el lugar con su dulce aroma, cada animal que habitaba en él.
Y allí seguía Liam, en el mismo lugar donde hacía pocos minutos había despertado. Asombrado por la fantasía que se mostraba ante sus ojos. Fascinado y dubitativo se puso en pie, sintiéndose perdido y desorientado pero a su vez, todo aquél paisaje le transmitía una inmensa paz y tranquilidad que invadían su alma. Estaba dispuesto a resolver todo el misterio que sus ojos verdes cristalinos llenos de vida estaban contemplando.
No sin cierto temor a lo que se podría encontrar, decidió dar sus primeros pasos.Necesitaba saber qué era ese mágico lugar, así que siguió adelante. 
¿Podría ser el mundo de sus sueños, al que viajaba cada luna desde su infancia? Muchas noches las estrellas fueron testigo de sus viajes oníricos... Pero enseguida se quitó ese pensamiento de la cabeza, pues ahora sabía bien cierto que no estaba soñando y aquello se le antojaba imposible! Pero desde luego que ese aroma y esa perfecta armonía le resultaban muy familiar.
A cada paso que daba, Liam se iba encontrando con toda clase de criaturas, aquellos seres nacidos de las profundidades del bosque que en tantos cuentos y antiguas leyendas había encontrado. Seres feéricos.
No terminaba de poder asimilar lo que allí estaba viendo, y lo más curioso era que los mágicos seres no parecían estar sustados ni extrañados por la visita del joven humano, incluso tuvo la sensación de que... lo estaban esperando.

CONTINUARÁ...